Una obra maestra de la ingeniería: un puente-túnel, de 26 kilómetros, que une a Shanghai con la isla de Chongming, la tercera isla más grande de China (incluyendo a Taiwán), que tiene un área de 1.267 kilómetros cuadrados.
Este proyecto tuvo un costo 1,84 mil millones de dólares y para no impedir el flujo normal del puerto de Shanghai, el puente se hunde en el océano ingresando al continente bajo la superficie en un túnel de 8,9 kilómetros que cuenta con el mayor diámetro para obras de este tipo: 15,43 metros...
Chongming es una isla rodeada por el delta del Yangtze y ocupa la sexta parte del territorio de Shanghai. En esta isla vive el 5% de la población de la ciudad (700.000 personas), y sus habitantes la emplean en su gran mayoría como dormitorio, dado que no hay fuentes importates de trabajo.
La isla de Chongming es fundamentalmente agrícola y su separación de apenas 25 kilómetros de la costa de Shanghai la han mantenido aislada de la tecnología y la industrialización. De hecho, la isla vive del cultivo de arroz y su PIB está bastante por debajo del promedio chino.
Si bien Chongming tenía puentes por el lado norte que la conectaban con Nantong, es este nuevo puente en el sudeste de China el que no solo la conecta con Shanghai, sino que además la introduce de lleno al siglo XXI.
Esta obra maestra de ingeniería constituye una oportunidad importante de desarrollo, partiendo por la mejoría que brindará a sus habitantes, que tardaban dos horas en llegar a sus trabajos y ahora podrán hacerlo en 30 minutos. Aunque las orgaizaciones ecológicas temen que este avance puede tener implicancias negativas, las autoridades han señalado como prioritario el tema del cuidado al ambiente.
Proyectos de inversión de este tipo que mejoran la calidad de vida de la gente y ayudan al desarrollo son siempre bienvenidos.
Tomado de El Blog Salmón