Correa en el balcón presidencial tras ser liberado
Los militares consiguieron rescatar al presidente de Ecuador, Rafael Correa, del hospital donde estaba retenido por los policías sublevados. Los sublevados fueron repelidos por un asalto de los militares que, al final, rescataron al mandatario, en medio de un fuerte tiroteo. La Cruz Roja Ecuatoriana informó de que dos agentes murieron en el enfrentamiento.
Desde allí, Correa se trasladó al Palacio de Carondelet, la sede del Ejecutivo, y se asomó al balcón, donde le esperaban algunos ministros, para dirigirse a centenares de sus partidarios congregados en la Plaza Grande y que ondeaban banderas de Ecuador.
Correa saludó a sus simpatizantes que lo esperaban en la plaza de la independencia, frente a la sede del Ejecutivo, y aseguró que se trató de un día "de profunda tristeza".
Vinculó al entorno del ex gobernante Lucio Gutiérrez con la retención de la que fue objeto. "No se trató de una legítima reclamación salarial, sino de un claro ejemplo de conspiración", dijo Correa, que apuntó a personas vinculadas con Lucio Gutiérrez.
"Es un día de profunda tristeza que jamás creí que iba a llegar en mi Gobierno que solo busca el buen vivir", señaló.
Agradeció a los ciudadanos que fueron a "rescatarle" al hospital y que, según dijo, fueron recibidos con "gas pimienta, gas lacrimógeno, con pedradas", supuestamente por policías sublevados.
Correa comentó que entre los sublevados había policías uniformados de tropa, pero también vestidos de paisano y agregó que también debieron haber estado opositores de partidos políticos.