Partiendo del apoyo al proceso que lleva a cabo en Venezuela el presidente Hugo Chávez, vamos a hacer una crítica a dicho proceso desde el punto de vista comunista intentando no caer por ello en sectarismos que le hagan el juego al imperialismo y la oligarquía.
Para empezar, podemos decir que para que un proceso se pueda llamar revolucionario debe socavar las bases económicas, políticas y militares del poder establecido por la burguesía y hacer que dicho poder pase a la clase obrera. Si esto no es así no podemos llamar o calificar un proceso como revolucionario sino reformista, progresista o como queramos calificarlo.
La experiencia que encabeza Hugo Chávez es fundamentalmente de tipo patriótico y anti-imperialista, contiene elementos revolucionarios, pero a día de hoy no puede considerarse como una experiencia revolucionaria. Ha tomado medidas políticas, sociales y económicas muy positivas pero estas medidas por si solas no pueden hacernos calificar dicho movimiento como revolucionario en base a la concepción marxista-leninista expuesta en el párrafo anterior...
Es por esto que debemos considerar a Hugo Chávez como un dirigente que está propiciando las bases que permitan en un futuro facilitar el establecimiento de un movimiento revolucionario que supere el actual estado de cosas, siendo este el sentido por el cual los comunistas apoyamos al presidente Chávez. Pero creemos que por la experiencia adquirida en otros procesos del pasado, la burguesía venezolana tarde o temprano intentará por la fuerza tomar de nuevo el poder y esto llevará al país a la disyuntiva de elegir un camino revolucionario y borrar del mapa a la clase burguesa o al triunfo de la oligarquía y por tanto la involución del proceso.
Este razonamiento se basa en que el proceso, que actualmente hay en Venezuela y en otros países de América latina, no rebasa los límites de la democracia burguesa y por otro lado se respeta demasiado los intereses de la burguesía ya que no se busca eliminarla como clase. Una revolución no puede llevarse a cabo por medio de los votos, solo el pueblo en armas y encabezado por organizaciones auténticamente revolucionarias pueden llevarla a cabo. El imperialismo y la oligarquía no van a permitir llegado el caso que se les arrebate el poder económico por las buenas, electoralmente. Pensar esto es la mayor de las ingenuidades ya que el poder obrero se impone por la fuerza, no hay otro método, y pensar otra cosa es no querer conocer otras experiencias históricas como la chilena en 1973.
No hay caminos intermedios, o se toma el camino de la revolución para conseguir la liberación auténtica de los trabajadores venezolanos y de toda América latina o si se toman vías intermedias a largo plazo solo se cosechará desmoralización, fracasos y perpetuación de la explotación capitalista.
Así que como conclusión podemos decir que apoyo total a Hugo Chávez pero como medio de facilitar la ulterior etapa de radicalización del proceso y el triunfo de la revolución socialista.
